“Decidí ser feliz porque es bueno para la salud.“ Voltaire
“Doctor, no puedo más, estoy deprimido. ¿Pueden realmente ayudarme y tratarme sin drogas químicas?
¡Claro que sí!
Algunas plantas son perfectamente adecuadas a los trastornos del estado de ánimo y actúan racionalmente sobre la biología del cerebro. La Ashwagandha es un clarísimo ejemplo.
España es el cuarto país europeo con más depresión, subiendo cada año de entre 15% y 30% el consumo de ansiolíticos, antidepresivos y alcohol. A eso corresponde un consumo en auge de los antidepresivos sintéticos. ¿Son efectivos?
Un articulo en Journal of the American Medical Association. confirma que este tipo de fármaco solo ha demostrado su eficacia en la depresión severa (30% de los casos). Sin embargo, los médicos generales tratan principalmente la depresión de leve a moderada, y prescriben el 90% de estas moléculas sintéticas.
Aparte de la psicoterapia, a la que no siempre es fácil acceder, ciertas plantas son (y siempre han sido), de hecho, la primera línea de recurso. La evidencia está ahí, los mecanismos de acción identificados.
Así, el azafrán, el hiperico, la mucuna, la Muirapuama, la griffonia y la Rodiola funcionan bien en la depresión leve a moderada. Actuando sobre su componente neurobiológico esencial, estas plantas brindan una respuesta funcional eficaz a las alteraciones de los neurotransmisores (moléculas químicas que aseguran la transmisión de mensajes de una neurona a otra), que están involucradas en la génesis de estos trastornos cerebrales.
Así, la mucuna o la Muirapuama refuerzan la dopamina, que desempeña el papel de iniciador, es decir, de iniciador de la acción, antes de transformarse en norepinefrina.
Esta última funciona como un acelerador: amplifica la acción y permite el paso al acto y a la realización de sí mismo.
La Ashwagandha, por su parte, actúa sobre la serotonina que, por el contrario, constituye el freno. Este neurotransmisor juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo y el comportamiento, ya que permite dar un paso atrás, autocontrol, clasificar la información, antes de transformarse al anochecer en melatonina, la hormona central que regula los ritmos cronobiológicos.
El azafrán ejerce una acción global sobre el tejido cerebral, modulando y amplificando la actividad de los neurotransmisores mencionados anteriormente, y desempeñando un papel antiinflamatorio y trófico (ayudando a la reparación, cicatrización y organización) del cerebro. Estas propiedades le confieren un efecto antidepresivo, calmante y estimulante de la cognición (memoria, concentración, atención).
En cuanto a los efectos del Hipérico, se sienten principalmente sobre la serotonina, cuya acción potencia la planta. También actúa por segunda vez sobre la dopamina, lo que lo convierte en un completo antidepresivo.
Estos campeones del estado de ánimo se suelen utilizar en combinación con ginseng o rodiola para mejorar la adaptación al estrés, con valeriana o pasiflora para combatir la ansiedad o el agobio.
El análisis de los signos clínicos permite identificar qué tipo de neurotransmisor se encuentra en situación de debilidad.
Por ejemplo una deficiencia dopaminérgica se refleja por: estar cansado por la mañana, con una fuerte necesidad de café, incluso de cigarrillos; falta motivación; ideas no están claras antes de las 11 en punto. En este caso, la fórmula Muira Puama/ rhodiola es la más adecuada.
Otra situación común es la deficiencia de serotonina: una inquietud ansiosa y agotadora, especialmente por la noche, con irritabilidad, ansia de dulces, acostarse tarde, dificultad para sobrellevar la situación. Aquí preferimos la combinación valeriana. pasiflora, ashwagandha o otra fórmula específica para favorecer el sueño, sea en ampollas o en comprimidos. El efecto está garantizado. En caso contrario duplicar la dosis, o añadir, por la mañana el hipérico.
Pero el caso más común es lo que en medicina se llama el episodio ansioso-depresivo, con pensamientos negativos, pensamientos oscuros, cansancio, tristeza.
Entonces, la dopamina, la noradrenalina y la serotonina tienen la culpa.
Se siente desesperada, sin envidia, baja autoestima, con signos de ansiedad, incluso angustia. Es necesario sacar el ‘gran juego’: hipérico/ Ashwagandha/ Muira Puama por la mañana y una mezcla de pasiflora y valeriana especialmente al final del día.
Las dosis se adaptan después de cuatro semanas en paralelo con la continuación del apoyo psicológico. El hipérico puede ser sustituido (especialmente en caso de contraindicaciones como la asociación con fármacos anticonceptivos orales o anticoagulantes ) por una mezcla de extractos estandarizados/titulados de rodiola y azafrán, o Griffonia, con eficacia probada, a razón de 2 comprimidos a tomar por la mañana.
De todos modos, no se debe suspender el tratamiento en cuanto mejora, ya que se debe consolidar durante varios meses.
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