|
|
|
El virus del papiloma humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en todo el mundo. Aunque las estimaciones de prevalencia de esta infección varían ampliamente, tanto hombres como mujeres poseen una probabilidad de más del 80 % de infectarse con este virus al menos una vez en la vida.
La universalidad de esta infección y la alta prevalencia de genotipos de alto riesgo ponen de relieve la importancia de la prevención individualizada basada en factores de riesgo (1).
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
La infección por HPV afecta tanto a la población femenina como masculina, una perspectiva a menudo menos enfatizada en las discusiones públicas sobre el HPV. En particular, es conocido que la tasa de infección alcanza generalmente su punto máximo en la adolescencia, en el caso de las mujeres, y en edades posteriores, en el caso de los hombres.
La mayoría de las infecciones por este virus remiten espontáneamente, siendo eliminadas por el sistema inmunológico del huésped sin mayores consecuencias. Si embargo, bajo este manto de eficiencia inmunológica, la existencia de genotipos de alto riesgo, con potencial oncogénico, pone a este
|
|
patógeno en el centro de atención de la comunidad médica y científica.
De los 220 genotipos de HPV descritos, solo unos pocos son capaces de inducir cambios celulares significativos, que pueden evolucionar a diferentes tipos de cáncer, siendo el más destacado el cáncer cervical en mujeres, pero también otros como cánceres de cabeza y cuello, anogenitales e incluso, cáncer de piel no melanoma. Aunque se espera una disminución de la variabilidad de genotipos vinculada a los programas de vacunación, actualmente las vacunas no cubren todos los fenotipos y los métodos de diagnóstico actuales tienen aún limitada su eficacia.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
La respuesta inmune celular es clave para el aclaramiento viral y resolución de la infección, contribuyendo a disminuir el riesgo de neoplasias. Si bien, en el marco de la respuesta inmunitaria contra el HPV, y en el otro lado de la balanza, la activación crónica del sistema inmune puede fomentar la inflamación de bajo grado, llevando al proceso de carcinogénesis. En este sentido, fomentar una respuesta inmune adaptada y en equilibrio es necesario para asegurar la adecuada gestión de la infección viral, reduciendo el riesgo de carcinogénesis.
En este sentido, la microinmunoterapia se posiciona como un gran aliado para el apoyo inmunológico en las infecciones por HPV, y también para la prevención en aquellas personas con factores de riesgo asociados a la infección, como personas inmunocomprometidas por determinadas patologías o factores de riesgo, y sus parejas sexuales.
|
|
El cáncer de cuello de útero es el único para el que existen verdaderamente pruebas de detección eficaces y precisas. La implementación de los programas de detección temprana ha dado como resultado una disminución de este tipo de cáncer. No obstante, en los últimos años se ha descrito una tendencia ascendente en la incidencia de infección en mujeres jóvenes europeas, posiblemente debido a la prevalencia de los genotipos de alto riesgo, la evolución de las prácticas sexuales y un seguimiento inadecuado de los exámenes de detección. La entrada de técnicas diagnósticas como la secuenciación masiva podría eliminar este sesgo diagnóstico, habrá que esperar a su inclusión en el laboratorio de rutina clínica (2).
Un estudio poblacional realizado en Granada y publicado en la revista Frontiers ofrece una visión general indicando que cuatro de cada cinco cánceres incidentes en el área anogenital (82,1%) ocurrieron en mujeres, ya que el cáncer de cuello uterino fue la neoplasia maligna más frecuente y responsable del 57,0% de todos los casos. El segundo cáncer en frecuencia fue el de vulva y el menos frecuente el de vagina (2,9%). En los hombres, el cáncer de pene fue el más frecuente con 234 casos (12,0%),
|
|
seguido del cáncer de ano (5,4%) (1). La edad (>65 años) parece ser un factor determinante en estas manifestaciones, al aumentar la incidencia tanto en hombres como en mujeres, a excepción del cáncer de cuello uterino en donde la franja de edad se sitúa entre 45-65 años.
El carácter asintomático de la infección y aspectos socioculturales como tener múltiples parejas, el consumo de alcohol y otros psicotrópicos convierten a los jóvenes, y/o hombres jóvenes, en el mayor reservorio para contraer y diseminar el virus.
Asimismo, las personas con un sistema inmunológico debilitado son más susceptibles a la infección por VPH. En particular, las personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y/o sometidas a terapias inmunosupresoras corren un gran riesgo. Dado que la prevalencia de la infección por VPH es también especialmente alta en este grupo, también entre hombres que tienen sexo con hombres, su disminución está condicionada a la implantación de estrategias de intervención que incluyan a los hombres y cuyo eje sean los factores de riesgo y no los grupos de riesgo (3).
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
¡Hasta la próxima edición de nuestra newsletter!
|
|
|
Referencias bibliográficas:
- Dabán-López P, Fernández-Martínez NF, Petrova D, Rodríguez-Barranco M, Gutierrez J. Epidemiology of human papillomavirus-associated anogenital cancers in Granada: a three-decade population-based study. Front Public Health [Internet]. 14 de septiembre de 2023 [citado 12 de marzo de 2024];11. Disponible en: www.frontiersin.org/journals/public-health/articles/10.3389/fpubh.2023.1205170/full
- Instituto Carlos III. Líneas de Investigación [Internet]. [citado 12 de marzo de 2024]. Disponible en: www.isciii.es/QuienesSomos/CentrosPropios/CNM/Hepatitis/investigacionreferenciavigilancia/Paginas/L%C3%ADneas%20de%20Investigaci%C3%B3n.aspx
- Cardona-Arias J, Puerta-Suárez J, Flórez-Duque J. Prevalencia del virus papiloma humano y sus factores de riesgo en hombres: revisión sistemática. Infectio. diciembre de 2011;15(4):268-76.
|
|
|
|
|
|
|
|
0 comentarios