De un lado, tenemos la llamada ‘Hierba de San Juan” con más de dos mil años de historia de uso humano.
Apodada hierba de San Juan en la Edad Media, el hipérico era la más famosa de las muchas «hierbas curativas» que había que recoger durante el período de San Juan, en el solsticio de verano del 24 de junio, cuando sus virtudes estaban en su apogeo. Se consideraba una planta mágica que se creía que expulsaba al espíritu de la oscuridad y exorcizaba a las personas «poseídas».
Por otro lado, tenemos las neurociencias, recientes y prometidas con un brillante futuro. La exploración científica de la biología del cerebro, este órgano misterioso, permite comprender mejor los trastornos psíquicos. Así se descubrió la famosa plasticidad neuronal: el cerebro es un sistema dinámico, en perpetua reconfiguración.
La ciencia avanza rápidamente: conocemos los neurotransmisores, como la dopamina o la serotonina, que transmiten la señal nerviosa de una neurona a otra. Descubrimos el papel esencial de las células gliales (90% de células cerebrales) que forman el entorno de las neuronas, factores de crecimiento, movimiento de minerales dentro de las células nerviosas, inflamación.
Esta complejidad explica el creciente interés en los modos de acción de Hypericum perforatum, alias la hierba de San Juan. El simple hecho de que se use la hiperforina, el principal componente de la planta, como reactivo para descifrar los secretos de las neuronas dice mucho sobre el potencial de la planta.
Esta publicación afirma que la hierba de San Juan regula las concentraciones celulares de sodio, calcio y zinc, lo que explica sus propiedades neuroprotectoras. Actúa por tanto, como antidepresivo sintético amplificando la respuesta de las neuronas a nivel de sus conexiones (serotonina y dopamina).
Pero también tiene propiedades antiinflamatorias, fortalece los factores de crecimiento cerebral y ejerce un potencial efecto protector en la enfermedad de Alzheimer. Incluso promueve el nacimiento de nuevas neuronas, particularmente en el hipocampo, una estructura cerebral que juega un papel central en la memoria; en la navegación espacial y la inhibición del comportamiento.
El primer antidepresivo recetado en Alemania, el hiperico, es también una de las más prescritas en Francia. Se puede consumir en forma de comprimidos -la planta se mezcla con excipientes- con AMM (autorización de comercialización ), o bien , mas asimilable, en extracto fluido de planta fresca estandarizada (EPS)
Un estudio realizado con doble ciego con 135 pacientes y publicado en 2005 demostró una eficacia superior a la famosa fluoxetina (Prozac®).
La hierba de San Juan, la planta de la psique, proporciona un tratamiento eficaz de la depresión leve a moderada. Es mucho más fácil de manejar que un antidepresivo sintético. Sin embargo, sus precauciones de uso requieren que sea recetado por un médico. Su excelente tolerancia reconcilia a los pacientes que sufren trastornos del estado de ánimo con la terapia médica, al tiempo que refuerza la eficacia de las psicoterapias.
No debemos olvidar la acción favorable de la hierba de San Juan sobre las afecciones cognitivas (problemas de memoria, concentración, atención) y sobre la neuroprotección, especialmente en la post depresión y en sujetos mayores de 50 años. Este efecto está ligado a las propiedades de la hiperforina sobre el hipocampo y debería explotarse más a menudo en la práctica diaria, para que la hierba de San Juan no se limite únicamente a su acción antidepresiva y pueda expresar su notable potencial terapéutico.
Puedo tomar hipérico teniendo síndrome de abstinencia por retiro de clonozepan
Apreciada Marta,
Gracias por su consulta, pero este tipo de preguntas es importante hacérselas a su médico/terapeuta que la esté tratando.