El eje cerebro-inmune-intestino-microbiota cada vez cobra más importancia en los trastornos mentales. En el caso de la ansiedad y de la depresión, hay cada vez más datos que apuntan a la relación entre alteraciones de la microbiota o alteraciones inmunológicas y los síntomas ansio-depresivos.
Dentro del campo de la psiquiatría, se han hecho avances importantes en lo que respecta a la estratificación del paciente con ansiedad/depresión, pues no todos son iguales, y cada uno puede tener etiologías diferentes, y por tanto, tratamientos distintos. En ese sentido los probióticos han surgido como uno de los tratamientos novedosos a incluir a la hora de tratar a una persona que padece ansiedad y/o depresión.