La microbiota intestinal está compuesta por 10 billones1 de bacterias, que evolucionan en el interior del tubo digestivo. Los prebióticos alimentan a las bacterias favorables a una microbiota intestinal sana.
Para mantener un buen equilibrio, una alimentación rica en fibras permite asegurar este aporte de prebióticos, pero también producir otros compuestos, como los ácidos grasos de cadena corta, que tienen efectos beneficiosos sobre el ecosistema intestinal. Vamos a descubrir cómo actúan las fibras y qué papel tienen los ácidos grasos de cadena corta.
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