Reducir la exposición a contaminantes:
Proteger adecuadamente a nuestro organismo de los contaminantes ambientales es una necesidad real.
Minimizar la exposición a todos los contaminantes evitables:
- Tabaco
- Ingesta de alcohol
- Alimentos alterados por métodos de cocción agresivos (barbacoa, parrilla…)
- Desodorantes químicos o medicamentos innecesarios.
Favorecer elecciones más ecológicas en cuanto a:
- Cosméticos
- Ropa
- Alimentos
- Productos para el hogar.
Mantener una correcta regularidad y salud intestinal para reducir la entrada de contaminantes:
El primer contacto del organismo con la mayoría de los xenobióticos es el tracto gastrointestinal.
A pesar de su sistema sofisticado de desintoxicación en la pared intestinal, debemos evitar una sobrecarga de los mecanismos de eliminación de nuestro hígado y poder gestionar la carga tóxica de manera correcta.
Para ello, recomendamos dos focos de acción:
- La detoxificación intestinal, con el fin de mejorar el tránsito intestinal y contribuir al confort digestivo.
- El tratamiento y reparación de la integridad de la pared intestinal para una mayor optimización de sus funciones.
Garantizar el aporte de determinados nutrientes, clave en la neutralización y eliminación de los contaminantes:
Cuando los contaminantes logran cruzar nuestras barreras, nos interesa interceptarlos y eliminarlos antes de que entren en las células de nuestros órganos y causen daños.
- La betaína, las vitaminas B6, B9, y B12 y los polifenoles del té verde, pueden ayudar a neutralizar los metales pesados y a disminuir la actividad de los radicales libres.
- La Taurina, puede contribuir a eliminar rápidamente los contaminantes solubles en grasa, que los lleva a la vesícula biliar antes de liberarlos en el tracto digestivo.
- Las fibras permiten evacuar los tóxicos de forma natural.
- La vitamina C y concretamente el glutatión, pueden captar las sustancias tóxicas solubles en agua y transportadas por la orina.
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