La gran mayoría de dietas fracasan, no porque no funcionen, sino porque olvidamos tener en cuenta los factores psicológicos que influyen en su eficacia. Acostumbramos a achacar los problemas con la comida (como por ejemplo los atracones) a una falta de disciplina o de motivación, cuando la realidad es que estos problemas están más bien relacionados con dificultades en la gestión de emociones.
Llamamos hambre emocional a la necesidad de comer para reducir el malestar psicológico y emocional. Para muchas personas, la comida guarda una relación muy estrecha con el estrés, el aburrimiento y la evitación de emociones desagradables. Por ello, conocernos a nosotros mismos y construir buenas estrategias de regulación emocional resulta crucial para lograr establecer una relación más sana con la comida.
Puntos a tratar:
- ¿Por qué es importante tener en cuenta la perspectiva emocional en relación con la comida?
- ¿Qué es el hambre emocional?
- ¿Por qué están tan relacionadas la comida y las emociones?
- ¿Qué hay detrás de los atracones?
- El ciclo del hambre emocional.
- Estrategias y herramientas para lidiar con el hambre emocional.
|